Desde la antigüedad, el mar Mediterráneo ha sido, a lo largo de la historia, cuna y hogar de civilizaciones y culturas que han florecido a sus orillas.
De los fenicios a los antiguos griegos, del Imperio Romano hasta nuestros días, los pueblos que bordean el Mare Nostrum han desarrollado prácticas, conocimientos, habilidades, identidades y tradiciones comunes en el mundo la artesanía, de la pesca y de la agricultura. Desde la antigüedad, en las tierras del Mediterráneo se cultivan cereales, olivos, vid, frutas y hortalizas, cultivos y actividades que conforman el territorio, conservándolo y salvaguardándolo en su diversidad biológica y, al mismo tiempo, cultural. Con esta producción, el pueblo "mediterráneo" siempre ha obtenido los productos de su mesa que, gracias a la Dieta mediterránea, representan no sólo son una valiosa fuente de sustento, sino también un patrimonio cultural inestimable de transmisión de saberes, valores y tradiciones.